Qué bien se siente la tranquilidad, perdonar, dejar el pasado atrás, dejar cicatrizar esas heridas que creí nunca poder sanar. Qué bien se siente recordarte sin que duela, qué bien me siento hoy y creo que al final de cuentas todo tiene su razón de ser.
Tranquilízate, yo estoy aquí para ayudarte, para apoyarte, para esperarte…
Sé que el tiempo que estamos perdiendo no va regresar cuando vuelvas, mientras tanto seguiré pensando en tu nombre cada día, en tus besos, en esa mirada que me enamoró, el hecho de saber que cuando vuelvas todo será igual, que nada nos separará, me hace sentir bien, me hace esperarte…
Esta sensación de no saber estar sin ti está por todo mi cuerpo, esta vez no quiero equivocarme. Te espero, voy a entregarte a ti mi corazón…
A veces no hay palabras. Sólo miradas. Gestos. Más miradas. Luego una sonrisa. Que dura porque tienes tu mano puesta sobre su piel. Porque en su bolsillo has encontrado un papelito que ponía 'Te quiero' mientras el se daba la vuelta. Porque los días pasan demasiado rápido cuando el está allí y cuando no quieres que se marche, porque no puedes soltar su mano. No quieres. Y cuando piensas, pero no le dices, que cada minuto sin el es inútil.
Ten cuidado con tus palabras, porque una vez dichas, sólo pueden ser perdonadas, no olvidadas. No es el error lo que importa, es lo que aprendes de él.
Nada en la vida está escrito; actúa y tendrás resultados, persevera y alcanzarás, pero sobre todo arriésgate y ganarás.
- ¿Qué es lo que te hizo enamorarte de mí?
+ Tu sonrisa
- ¿Nada más? ¿Así de simple?
+ Es que es lo único que necesito para poder seguir adelante cada día. Saber que estás a mi lado, y además, feliz.
Hay día en los que te parece verlo todo nublado ¿verdad? Y que por mucho que te digan lo contrario, piensas que el sol nunca va a salir. En esos casos puedes hacer como yo : aprender a vivir nublado...
Solía andar por la calle, sin rumbo, por que las cosas que vivía, decía, valían la pena solo si venían solas. Le pasaban cosas pero solía caminar sola, compartía sus momentos con gente, se enamoraba, enloquecía y a la hora de la verdad, caminaba sola. Poco a poco pasaba el tiempo y se dio cuenta de que, a veces, si lo dejas pasar todo, puedes perderlo, y suele pasar, que las cosas a la suerte, no siempre están aseguradas.
La felicidad es no pensar en nada. Es algo inconsciente, es un beso de la fortuna en la frente. Consiste en sentirse bien así, por el mero hecho de estar juntos, claro que también es mucho más que eso. Es poder decirle algo al otro, compartir con ellos miles de momentos, miles de risas y sonrisas, ver como cada día que pasa esa sensación de felicidad se hace grande, es perder el sentido de los días, de las noches, el fluir del tiempo...
Qué bien se siente la tranquilidad, perdonar, dejar el pasado atrás, dejar cicatrizar esas heridas que creí nunca poder sanar. Qué bien se siente recordarte sin que duela, qué bien me siento hoy y creo que al final de cuentas todo tiene su razón de ser.
